No llores, amor, no llores …
La vida es el desvelo de los àngeles guardianes, en tiempos en que las sombras se enlutan en la memoria de los que dicen tener algo y no tienen nada.
Mira la luz que se apaga
ante la mas leve brisa,
mira al suicida en la cornisa,
mira al desván sin asiento,
al pichòn sin alimento,
al sol al atardecer.
Mira al pobre padecer
de hambre,
de frìo
y los pies
mìralos en desnudez,
descalzos sobre las rocas,
se ven igual cuando provoca,
tu boca besar la mìa.
Tinieblas en aquellos dìas,
de insulsas palabras de amor.
Soledad …
mezclada con resplandor,
es lo que tus ojos incitan.
En cambio,
morder tu boca,
me lo dicta el corazón.
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