miércoles, 11 de agosto de 2010

Dedicado a vos, amor de mi vida

En la cúspide del amor que nos brindamos, me siento tan bella y joven, que me cuesta reconocerme en el espejo ¡Haz logrado que me lo crea!
En cambio yo, creo que sigo en deuda con vos, porque es tanto el amor y el tiempo que me dedicas, que no llegaría a igualar.
Amor de ésta y otras vidas…
Mi media naranja…
Mi sol en la noche plena…
Sucede en el alma, mi alma, una multitud de fracciones que en vísperas de un nuevo mundo, se resbalan en mi mente, como el agua de lluvia en el vidrio de la ventana, y me dicen de recuerdos que no puedo descifrar.
Caminos no andados, por no pertenecer al día, son los artilugios que me despiden de la vida común. Sin embargo vos, con tu carisma impecable, me adormeces en tu mirada para llegar al otro día con la mas pura decisión de seguir arropada en tus brazos.
La candidez de tus besos, el color miel de tus ojos, tu nariz siempre rozando la mía, tu espalda ancha y perfecta, tus manos toscas pero de suave mimar, me hablan del pasado, igual al presente y seguramente, igual al futuro. Cumplimos la promesa de fidelidad, tal como lo dijimos aquella noche, la promesa de no dejar morir al amor y de conquistarnos cada día, cada noche y en cada madrugada.
Resultantes de mágicas y frecuentes catarsis, son los besos apasionados que me deleitan en tu boca.
Sereno y ardiente a la vez.
Afanoso y generoso.
Bello por fuera y por dentro.
Amable…Sensible…Considerado…
Cuando te miro entre la gente, pienso que nadie te conoce como yo, que nadie te vio como yo, eso me deslumbra, me deja en paz con tu mirada.

Y al nacer el día entre tus brazos
y vestirme de tu aliento y tus caricias,
soy tormenta de arena que te desviste
y vos el mar en la rompiente de mis piernas.

1 comentario:

  1. Hermosas palabras de amor, dedicadas al hombre que cumple con el sueño de amor eterno. Los versos finales son exquisitos.
    Andrès

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