En trozo de papel
Ayer te escribía
Con ternura estas letras de mi adentro.
A manera de encuentro en la lectura
Así mismo en la vida, y callada.
¿Te fuiste lejos?
Me preguntas sin descanso.
Yo entonces te respondo en silencio:
No me fui lejos.
Solo te dejé madurar hasta que puedas,
emprender tu vida verdadera.
Estoy cerca de vos, no me fui lejos.
Acaricio tu frente cada noche.
Y a pesar de los dichos y reproches,
te amo por ser tu madre en carne y hueso.
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