lunes, 7 de noviembre de 2011

Tu simpleza

En frutos almibarados reconozco tus besos.
¡Calma! Que nos están viendo...
Cierro los ojos y te veo iluminado por dentro y por fuera, como si el amor rompiese todas las barreras.
Al sentir tu mano sobre la mía, mi alma queda embelesada de tus guiños y palabras que me traen recuerdos de caricias rompiendo la distancia.
Allí, lejos en el tiempo, recorro todo lo vivido. Sin pesares a tu lado, yo he sido tan feliz, que mi paso por esta vida es fructífera y sin ocaso. Amo tus manos cuando se esconden debajo de mi blusa. Amo tus pies descalzos jugueteando con los míos por debajo de la mesa. Amo tu boca que me susurra "cosas" al oído, cosas que solo vos y yo entendemos por tratarse de secretos que guardamos en la intimidad de nuestra cama.
Te amo como sos, así de simple, así de dulce, así de apasionado. Con el sello puesto en la mirada, el sello de bondad y tolerancia. Y por ser simple cómo sos, es que te amo cada día mas, porque tu simpleza te hace grande y en tu grandeza quiero permanecer para siempre.



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