Verdades y
mentiras juntas en el mismo trato. El compromiso no se rompe si salgo corriendo
aprisa. Mas, la miel de tus palabras me dan un puntapié mostrando la
rareza de tu risa. Callo por no gemir
luego.
Me retumba
tu mirada en la cabeza. Pero el recuerdo que tengo de tus ojos, no me hace
sentir tu desprecio.
¡Mientes!
Otra vez vuelves a repetir lo mismo.
Ya no
hables para herirme otra vez.
Y si digo
la verdad tú, mientes.
No veo la
salida. Vuelvo a equivocarme por darte otra oportunidad. Y el látigo de tu voz
me castiga duramente. Ya no puedo soportar ese rigor.
Me hundo en
el hueco de tu mano pidiendo de rodillas el perdón. Caigo y me levanto
nuevamente. Sigo a tu lado por no tener valor…
Comentario:
A muchas mujeres les pasa esto. Vuelven a equivocarse por tener su autoestima muy bajo. Las que somos madres sabemos de la importancia de la palabra de afecto hacia nuestras niñas. No dejemos que otras personas maltraten a nuestras hijas, que las vuelvan inseguras, sumisas, torpes, miedosas.
Valoremos el Amor que ellas sienten por nosotras. Acerquémonos a ellas con una palabra de comprensión haciéndoles saber que siempre vamos a estar a su lado.
Una verdad que duele mucho
ResponderEliminarAndres